Te veo a mi lado, acariciándote,
despejando hebras de tus sonrojeadas mejillas,
compartiendo tus dulces suspiros,
embriagándonos de néctar embelesante.
Me miras con el fuego verde de tus ojos,
derrites mi corazón que has hinchado
con la pasión de tu candoroso amor,
y sucumbo ante tu exuberante cariño.
Inabarcables en nuestras almas,
nos arrastran sentimientos decretados
desde la eternidad de los seres,
hasta la unión sin fin de nuestros sentires.
Los cielos se conmovieron
cuando se fusionaron nuestros nombres.
Los poderes siguen actuando
rociándonos con lluvias de pasiones.
En el mar verde de tu mirada me encuentro,
me impregno de esperanza, te sigo.
Tus labios me llaman, me absorben,
y mi amor se esconde en tu pecho.
La dicha dibujará el único camino
donde la luz ahogará las sombras.
El tiempo sincronizará nuestras vidas,
y la savia del amor...
realizará nuestros sueños.
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